No se si estoy pensando, de hecho no se si estoy existiendo, tampoco si existí, si ya me extinguí (en el caso de que haya existido), poniéndome más recóndito en mi sinapsis, no se si existiré (en un futuro). Si tal vez soy la invención de alguna mente maléfica, o celestial. Si me he reencarnado en esto que soy (si es que soy)…
O por ahí ésta, sólo sea una reencarnación espiritual o racional, de alguien que está creándome en su mente, en ese caso, no soy más que la fantasía de un vagabundo, o de un filosofo mediocre, o de un escritor de novelas, que sin saber en qué pensar, me creó en su submundo real/ficcional. Es decir no tengo ninguna certeza de nada. Excelente!! Me digo, o le señalo al que me creó, o le cuento al que fui. Aquí aparece el verdadero sentido metafísico, LA DUDA, de ella surge el pensamiento, y del pensamiento surge la duda. Y de ambas a su extremo, desencadena, la locura…
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